este corazón asceta,
de chamán a guerrero puedo ganarte en
cualquier terreno,
trágica droga la que no puedes comprar con dinero,
que la deseas, la hueles, la tocas, le besas la boca,
y aún así, te provoca,
denota tu inminente derrota,
me entreno
refino mis gestos, sé que tu escolta nunca entenderá
mis textos ni mi talento,
sé que puedo causar estragos en un convento, sé que
me añoras, me sueñas, me odias,
pero me falta la casa, el ritmo y la hora,
sé que soy el primero, que aquél que me mira sabe
que no hay remedio,
que este remolino explica cualquier misterio,
que mi tempo se adapta a tu cuerpo, impredecible
en cualquier momento,
es como un péndulo, que no tienes pulso
para dejarlo quieto
y pesa mucho para moverlo.
Tú eres el nuevo licor clandestino,
mientras tanto, yo sigo fiel a mi estilo,
siempre mi cola con rones distintos,
extrañado por lo cotidiano,
nuevas gatitas me hacen quedar contrariado,
obnubilado por tocar tu espalda y no haber bajado.
Si yo Adán, tú pecado original,
la funda principal de mi genital,
y si rindo culto a Onán,
inmortal tu imagen en mi mundo
interior trascendental.
No hay comentarios:
Publicar un comentario