Me gustan las palabras, me encanta jugar con ellas, me gustan los dobles sentidos, las parábolas y las metáforas que construyen, no me gustan los rodeos, pero si los adornos, amo el caos pacifista y detesto el orden bélico, tolero a los intolerantes hasta que van mas allá del pensamiento, no me gusta hacer planes porque temo que estos se vean truncados, mi búsqueda es la del placer inmediato porque me parece el mayor riesgo no arriesgar, no comprendo a aquellos que no tienen curiosidad, no entiendo como se puede perder la curiosidad sin perder la vida, no congenio bien con quien no se pregunta nada trascendente por el hecho de no ser práctico, me gusta la intriga, me gustan las causas perdidas, prefiero una verdad dolorosa que una mentira piadosa, no me gusta que me den consejos, trato de evitar problemas con el prójimo pero siempre digo lo que pienso, si me atacan me defiendo, y aun así, siempre y en todo lugar... la única guerra que libro es contra mi mismo.
Nuestra historia singular
"...íbamos de pueblo en ciudad, de hotel en hostal, como estrellas del rock sin guitarras ni grupis, nuestra música era nuestra letra y las que salían de nuestras bocas, y nuestras chicas solo querían escuchar, cada vez que abríamos la boca se morían por tener donde anotar, aunque no lo fueran a entender, como dos duendes podíamos mirarnos y saber cuál era el plan, mucha clase y mucha calle eran la magia que impresionaba en cualquier lugar donde nos poníamos sin más, todo iba bien y el dinero nos caía del maná, ya me falla la memoria y la razón pero creo que fue hace poco y debe estar al terminar..."
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