Pasa el viento, huelo el tiempo,
dirán que si pero no miento,
que soy feliz con lo que tengo,
con lo que siento; cuando te veo te beso
cierro los ojos y pienso,
sentir el peso, el tacto tenso,
del pincel, de tu cuello,
de ti que eres mi ungüento,
de ti que amainaste mi lamento,
cuando en calles dispares
te cruzaste a deshora
sin demora bendigo el defecto
de esas señales pues amo su efecto.
Primera noche que mordí tu boca,
primera en tus labios y asidua en mis sueños,
Kira!, quieta, que tu dueña se inquieta,
noto que toca un bis drogado, si cabe viciado,
imploro a mis ojos vidriados,
enajenados provoquen un bucle en ti, mi altar sagrado,
te arrastren cual pluma en el cielo,
abocada a mi, tu firmamento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario