Me gustan las palabras, me encanta jugar con ellas, me gustan los dobles sentidos, las parábolas y las metáforas que construyen, no me gustan los rodeos, pero si los adornos, amo el caos pacifista y detesto el orden bélico, tolero a los intolerantes hasta que van mas allá del pensamiento, no me gusta hacer planes porque temo que estos se vean truncados, mi búsqueda es la del placer inmediato porque me parece el mayor riesgo no arriesgar, no comprendo a aquellos que no tienen curiosidad, no entiendo como se puede perder la curiosidad sin perder la vida, no congenio bien con quien no se pregunta nada trascendente por el hecho de no ser práctico, me gusta la intriga, me gustan las causas perdidas, prefiero una verdad dolorosa que una mentira piadosa, no me gusta que me den consejos, trato de evitar problemas con el prójimo pero siempre digo lo que pienso, si me atacan me defiendo, y aun así, siempre y en todo lugar... la única guerra que libro es contra mi mismo.

22 de diciembre de 2015

Voto obligatorio y público

Habría que plantearse dejar vacios los escaños correspondientes proporcianalmente al porcentaje de abstención. De tal manera que si vota menos de la mitad de la gente sea imposible formar una mayoría. No obstante creo que el voto debería ser obligatorio y público. Es un derecho pero también un deber el implicarse en las decisiones políticas, no puede ser que unos cumplamos con nuestro deber yendo a votar mientras otros se van a la playa. ¿Que no votas? Multa por no cumplir con tus deberes, y el voto debería ser público para que todos nos veamos las caras.

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