Miro a la gente y cada vez veo menos gente rebelde, todo el mundo parece ser obediente, existen seres de nuestra especie que efectúan sobre nosotros el papel de amo, y nosotros obedecemos, agachamos la cabeza y pensamos para nosotros mismos... mientras viva bien, con comodidades, con mi sofá, mi ducha, mi tele, mi plan de fin de semana... que me dejen tranquilo, yo no quiero saber nada, lo que nos
digan los amos es la verdad, y lo que nos manden o prohíban hacer es lo justo... hemos sido educados por nuestros amos para lo que nuestros amos querían, y no significa que nos guste, pero lo hacemos bien. Somos monos domésticos, subiendo en ascensores a nuestra cueva con las presas que cazamos en el supermercado y que arrastramos con bolsas de plástico...
Somos como el perrito que mueve la cola, contento porque su anciana dueña le va a sacar de casa, contento porque cuando vuelva del paseo tendrá una dosis de pienso enlatado, contento porque no tendrá frió, contento porque se siente protegido, pero triste porque no es libre, triste porque no cazara como un lobo sino que le dan la comida, triste porque no enseñara a sus hijos como hará el lobo, porque como en nuestro caso lo harán sus amos, y triste porque no quieren ni dejarle follar... y si algún día esta triste sus amos le tiran un juguete para que lo recoja...
Hemos perdido nuestra agresividad, nuestro coraje, nuestro impulso vital, nuestro carácter...
Totalmente institucionalizados...
Maldito inútil, despierta de una puta vez y asume que NO ERES LIBRE y ademas NO QUIERES SERLO.
No hay comentarios:
Publicar un comentario