Me gustan las palabras, me encanta jugar con ellas, me gustan los dobles sentidos, las parábolas y las metáforas que construyen, no me gustan los rodeos, pero si los adornos, amo el caos pacifista y detesto el orden bélico, tolero a los intolerantes hasta que van mas allá del pensamiento, no me gusta hacer planes porque temo que estos se vean truncados, mi búsqueda es la del placer inmediato porque me parece el mayor riesgo no arriesgar, no comprendo a aquellos que no tienen curiosidad, no entiendo como se puede perder la curiosidad sin perder la vida, no congenio bien con quien no se pregunta nada trascendente por el hecho de no ser práctico, me gusta la intriga, me gustan las causas perdidas, prefiero una verdad dolorosa que una mentira piadosa, no me gusta que me den consejos, trato de evitar problemas con el prójimo pero siempre digo lo que pienso, si me atacan me defiendo, y aun así, siempre y en todo lugar... la única guerra que libro es contra mi mismo.

27 de marzo de 2014

La puta y el puto amo.

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¿Por qué cuando una tía se enrolla con muchos tíos es una puta pero cuando un tío se enrolla con muchas tías es el puto amo?"

Coacción social para que las mujeres se sientan forzadas a escoger a un hombre para cada una, de esta manera se garantiza el acceso de la
mayoría de machos a al menos una hembra, de lo contrario solo un puñado de hombres, los mejor dotados física e intelectualmente tendrían acceso al total de las mujeres, pues dada la promiscuidad y la abundancia de hombres libres ninguna o casi ninguna mujer seleccionaría a hombres defectuosos o simplemente menos atractivos antropológicamente. De esta manera se evitan conflictos entre los machos, obligando a las mujeres a elegir uno para cada una los hombres menos apremiados genéticamente salen beneficiados.

Los hombres con éxito innato entre las mujeres se ven perjudicados por este tipo de normas sociales, puesto que si se extendiese la poligamia seguramente copularían con varias hembras mientras que los hombres menos exitosos no lo harían con ninguna (que es lo que pasa en otras especies de mamíferos, por ejemplo los leones o lobos), digamos que los machos mejores geneticamente cubrirían su "cupo" de hembras y el "cupo" de los hombres geneticamente peores. De aquí se deduce que al establecerse la costumbre monogámica el hombre que es "superior" pasa de optar a varias hembras (poligamia) a optar a una sola (monogamia), por lo tanto pierde, mientras que el hombre "inferior" pasa de no optar a ninguna hembra (agamia) a optar a una (monogamia), por tanto gana. 

El hombre que consigue librarse de esta coacción monógama y es capaz de tener múltiples parejas es automáticamente confirmado como superior a la mayoría pues sino no seria elegido por varias mujeres (y por lo tanto caería en la coacción), y los demás hombres lo saben, por eso no le atacan a él, porque se sienten inferiores, en cambio atacan al colectivo de mujeres catalogándolas de "putas" y descalificando una actitud que les repercute directamente, pues si se extendiese ellos no serian seleccionados como pareja sexual jamas.

Por eso el hombre que tiene éxito entre las mujeres no está mas que demostrando su superioridad sobre el resto de hombres, sin embargo la mujer promiscua es atacada, pues su conducta es peligrosa para los hombres menos favorecidos. 



Y todo este sistema social favorece, claro está, al capitalismo, pues este modelo social fomenta la competición económica entre los hombres por el acceso a las mejores mujeres, una competición que no se produciría si la economía nunca hubiese ganado la batalla a la genética.



El capitalismo es una herramienta para abolir la selección natural propuesta por Darwin y suplantarla por una guerra descarnada entre los machos por el acceso a las hembras, una guerra en la que las balas que se disparan son monedas y los territorios que se conquistan cuerpos de mujer.



Privatizan a la mujer y ponen a trabajar al hombre para poder comprarla.




1 comentario:

  1. La comodidad "impuesta" es muy nociva...ya dijo el gran Eduardo Galeano "El hombre tiene miedo a la mujer sin miedo"...

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